África. Serie «Las cuatro partes del mundo»

Juan Antonio Salvador Carmona (Grabado) / Lucas Jordan (Pintado)
1786 ca.
Enmarcado: 65 x 75 cm; Huella: 41,2 x 46,5 cm
Talla dulce sobre papel

“Pintado por Lucas Jordan / Gravado por Juan Antº Salvador Carmona / AFRICA/ Dedicada al PRINCIPE Nro. Sr. por Juan Antº. Salvador Carmona. El Cuadro Original existe en el Rl. Palacio de Madrid”

Una mujer rodeada de animales, jóvenes y niños de raza negra atiende la llegada de un ejército encabezado por un general romano, sobre el cual hay una gran nube entre la que pasan los rayos del sol, todo ello en un paisaje rocoso y desértico. Se trata de una alegoría de África. Durante la antigüedad, este continente fue representado como escorpión o como mujer, a veces tocada con la cabeza de un elefante, elemento que perduraría hasta la aparición del Tratado de Iconología de Cesare Ripa, en el que se inspiró Luca Giordiano para realizar las pinturas.

Ripa describe la representación de África como una mujer musulmana semidesnuda, con el cabello crespo y con el cuello y las orejas adornadas por corales. Todos estos elementos se observan en el grabado de Salvador Carmona, al igual que la cornucopia llena de espigas de trigo que África sostiene en su mano izquierda.  Los únicos elementos que nombra Ripa y no aparecen en esta obra es el tocado de elefante (que se ha cambiado por una corona de corales), así como el escorpión que debía sostener en su mano derecha, y en este caso no se encuentra. El elefante del tocado se ha sustituido por la encarnación de un animal vivo que eleva su trompa tras la mujer, portando un niño en su lomo.

Otros elementos que forman parte de la iconografía de África son las serpientes, víboras y el león. En la escena puede observarse tres leones; el primero, a los pies de África, está tumbado en el suelo y reducido por cuatro niños que lo han atado con cuerdas. El animal mira hacia arriba, donde se encuentra el general romano. Tras el león hay dos víboras, una de ella, a punto de cazar una lagartija.

En la parte derecha, otro león que posa su garra sobre una esfera es abrazado por una joven. Ambos personajes son los únicos que fijan la mirada en el espectador. Esta figura podría representar la alegoría de España que, a diferencia de la representada en el grabado de América, aquí se sitúa en un plano más discreto, pero manteniendo el protagonismo gracias a ese juego de miradas que refuerza su presencia en la acción.

En una escena en segundo término, un león se adentra entre la bruma del paisaje rocoso, aludiendo a esa entrada en lo desconocido. En la esquina inferior derecha podemos ver un leopardo, animal importante en la simbología del continente africano, debido a su relación con le religión egipcia o sociedades secretas centroafricanas (hombres leopardo). A menudo es símbolo de casta real, pues, como el león, es un felino elegante y poderoso, que representa la agilidad y la precisión; sin embargo, ha sido representado en posición de reposo y con mirada de hastío ante los hechos que se deparan.

En esta obra se personifica a África al mismo tiempo que se recuerdan y ensalzan las invasiones por parte del Imperio Romano en el continente, gesta de Escipión “El Africano” y sus legiones.

 

Luna Fernández Muñoz
María de las Mercedes Núñez Garruta

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