La exposición «Cien años de medicina: una colección para el futuro», en la conmemoración de los cien años de los estudios de Medicina en la US, revela el instrumental de laboratorio empleado en la investigación fisiológica del pasado y sorprendentes modelos anatómicos que formaban parte de la investigación y la docencia.
Esta muestra, que permanecerá abierta hasta el 15 de agosto en el Apeadero del Rectorado, pretende dejar patente la conexión entre medicina, vida y creación, y su interés reside en la integración del mundo científico y el creativo, no tan alejados como a primera vista pudiera parecer. La selección ofrece, desde el punto de vista instrumental, como era la labor de esos médicos que trabajaron, investigaron y enseñaron en esa Sevilla del pasado.
En esencia, los objetos que componen esta exposición forman parte del fondo patrimonial de la Universidad de Sevilla y su ámbito habitual es la Facultad de Medicina, fundamentalmente el Departamento de Fisiología Médica y Biofísica y el departamento de Anatomía y embriología humana.
La colección de instrumentos está formada por utensilios de laboratorio empleados en la investigación fisiológica. Aparatos que han permitido el desarrollo de la fisiología experimental como el quimógrafo de 1850 que se utilizaba para registrar las funciones mecánicas del organismo, o el galvanómetro de 1800 que es capaz de determinar la intensidad y dirección de la corriente eléctrica. También puede contemplarse un miógrafomecánico de fabricación francesa que data de 1870-1899, un registrador de tambor de origen inglés de 1850, un cranímetro de Virchow alemán fechado en 1900, o un polarímetro de 1900. Todos ellos son herramientas que fueron imprescindibles en el proceso de construcción de la fisiología como ciencia experimental básica, instrumental anatómico usado para la disección de cadáveres humanos y herramientas imprescindibles para los estudios antropométricos, útiles tanto en la docencia como en la investigación.
Junto a estos se presentan por primera vez los modelos anatómicos empleados en la enseñanza de la estructura orgánica humana en la facultad sevillana. La mayoría de las piezas fueron confeccionadas como trabajos académicos de alumnos en la cátedra de anatomía de José María Cañadas Bueno (1897-1975) en su etapa como catedrático de anatomía descriptiva y topográfica desde 1928 hasta 1967. Estos modelos están construidos en madera policromada, tallados mecánicamente por escultores anatómicos y en menor medida en cartón piedra. Varias de las piezas que se exponen en la muestra están firmadas con las iniciales AP que corresponde al escultor Antonio Pérez, siendo las demás anónimas. El doctor Cañadas fue uno de los impulsores del Museo de Anatomía de Sevilla.
Con esta exposición se da un paso más hacia la puesta en valor de las colecciones que conforman el patrimonio cultural de la Universidad de Sevilla. Cinco siglos de historia se concretan en un sinfín de objetos, memorias y obras de arte. Valorizar este patrimonio excepcional es el objetivo que la Universidad de Sevilla emprende con este proyecto de mostrar a la sociedad cada una de las colecciones que componen nuestra memoria colectiva.