La instalación Colorismo espacial, en palabras de su autor, «está basada en los conceptos de experimentación del espacio y de percepción visual. La idea de la obra parte del fenómeno físico que se produce cuando un rayo de luz blanca atraviesa un prisma y provoca, a la salida de éste, un efecto de dispersión que muestra los respectivos colores que la constituyen».
Con esta obra se persiguen dos objetivos. De un lado, inundar de color el espacio interior perteneciente al pasillo anexo al patio y, con ello, generar distintas sensaciones. El ambiente creado, de límites difusos, configura una atmósfera casi onírica, un juego de desmaterialización del espacio mediante la luz y el color. Por otro lado, esta obra ofrece la posibilidad de poder percibir el patio de diferentes maneras al mirar a través de los cristales: gracias al color y a la luz cambiante, según avanza el día, se obtiene una imagen diversa del patio en cada momento.
En última instancia, esta obra permite reflexionar sobre los límites difusos entre las artes visuales y la arquitectura: «crea un espacio poético que, combinado con los diferentes modos de percepción, produce incertidumbre al no poder concretar una definición técnica del espacio».
Colorismo espacial formó parte del Encuentro Internacional de Arte Contemporáneo ARTSevilla16, celebrado en Sevilla entre el 27 y el 30 de octubre de 2016, dentro de la convocatoria «ARTS Instalación». El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla participó como una de las sedes del evento acogiendo la iniciativa, junto a la Fundación Valentín de Madariaga y Oya y la Fundación Tres Culturas, entre otras instituciones. La instalación de Elías Sánchez fue concebida inicialmente como una obra efímera. No obstante, consiguió trascender ese objetivo resultando hoy emblemática en dicho espacio.