Raúl Ruiz
2005
200 x 300 cm
350 x 245 cm
245 x 350 cm
Aerografía sobre metal y tabla.
El año 2005, la Universidad de Sevilla celebraba el V centenario de su fundación, al mismo tiempo que rendía un significativo homenaje a los cuatrocientos años de vida de la obra cervantina, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. En la planta alta del Rectorado, para ilustrar una exposición dedicada a este acontecimiento, se ubicaron tres obras de gran formato facturadas por Raúl Ruiz, conocido en el ambiente grafitero internacional como el Niño de las Pinturas o Sex, con la colaboración de los Crews -conjunto o banda de grafiteros organizados-, Ljda (Los jinetes del apocalipsis), Xnos y DTS (Destroy The System).
Las temáticas escenificadas representan a don Alonso Quijano vomitando por la boca las páginas de su novela y que una mano abocetada, curiosamente la izquierda, parece atrapar (200 x 300 cm); la escena de los molinos, (350 x 245 cm), y una tercera con los rostros de los tres personajes esenciales, don Quijote, Sancho Panza y Dulcinea, (245 x 350 cm). Su estilo es fácilmente reconocible, aerografías realizadas de manera rápida y espontánea, que atienden únicamente a la libertad creativa del artista. La fusión de colores, la belleza expresiva que desprenden los rostros y sobre todo la incorporación de elementos recurrentes en su producción pictórica, como son, el uso de caligramas o de relojes del tiempo anacrónicos de una sola aguja, son algunos los signos de identidad de este artista.
La pintura con spray o aerógrafos padece en la actualidad el mismo rechazo, en cuanto a su aceptación como manifestación artística, que los vaciados de yeso en su momento. En ello tiene mucho que ver la utilización de materiales y herramientas baratas vinculadas con las clases desfavorecidas, pero sobre todo, al hecho de ser un arte improvisado, urbano, callejero, en el que se hace partícipe a toda la comunidad. En su defensa, debemos decir que esto no es más que la propia evolución natural de la tradición artística que la humanidad ha usado para comunicarse. Desde el hombre del paleolítico a los frescos de Pompeya o los muralistas mexicanos, el ser humano siempre ha sentido la necesidad de expresarse utilizando los muros, como medio de establecer un diálogo con sus iguales.
Raúl Ruiz nació en Madrid en 1977. Siendo niño se trasladó a vivir al barrio granadino del Zaidín, asentándose definitivamente en 2001 en el Realejo, donde establece unos sólidos lazos con su comunidad. Siempre controvertido, debido a los problemas que ocasiona a las instituciones la utilización de espacios públicos como soportes de sus obras, defiende que lo urbano, tras la Revolución Industrial, es el espacio más horrendo que existe para vivir, reivindicando la necesidad de liberar paramentos y paredes para engalanarlos, sobre todo, aquellos que se encuentran en estado de dejadez y abandono. Está considerado como un artista internacional de prestigio que ha pintado por todo el mundo, definiéndose a sí mismo como un pintor, facultándolo para poder atender las peticiones de organismos e instituciones del sistema que soliciten su trabajo.
Joaquín Voltes Gálvez